Por Luis Alberto Bravo
A propósito de la detención de Giuseppe Palermo, el operador estratégico en Sudamérica para la 'Ndrangheta, con centro de operaciones en Colombia, comparto varios datos sobre la mafia, algunos mal atribuidos por la influencia del cine y las series de televisión.
Al Capone sigue siendo el mafioso más famoso de la historia, principalmente porque concentró todos los "requisitos" para ser un "Capo di tutti capi": ser hábil en los negocios y ser cruel. El equilibrio perfecto. Si se es hábil generando ingresos, pero los aliados y enemigos dejan de temerle, rápidamente acabarán con él. Y si es muy cruel, pero torpe en los negocios, siempre será un simple soldado.
Capone nació en EE.UU., pero era hijo de inmigrantes italianos de Salerno, región de Campania.
Las otras mafias que emigraron con fuerza fueron la siciliana (mejor conocida como Cosa Nostra) y la calabresa.
La emigración a EE.UU. originó las distintas mafias como Las Cinco Familias que operaban en Nueva York, una de esas era la de la familia Genovese, de donde salió Frank Costello, el capo que inspiró al personaje Vito Corleone.
Vito Corleone, en realidad, es Vito Andolini, pero viene de Corleone (Sicilia). Al desembarcar en América, el oficial de los registros, al no entender el apellido, le terminó poniendo como apellido su lugar de origen.
A los Andolini los acabó el capo de Corleone, Don Ciccio. Años después, Vito volvería para matarlo. Algo que cumplió.
Costello era refinado y elegante. Además de eso, el contexto en el que se inicia "El Padrino", la boda de la hija del patriarca de los Corleone, dejó una idea equivocada en el público: que los mafiosos siempre visten de etiqueta.
Los capos de la mafia visten como cualquier empresario: con ropa cómoda. Y no siempre andan de smoking.
La idea de verlos vestidos con trajes oscuros se explica porque fueron fotografiados en presentaciones ante el jurado.
De algún modo, la obra "Gomorra" del escritor Roberto Saviano ridiculiza ese estereotipo, al retratar escenas de mafiosos en calzoncillos o trapeando una habitación que se ha llenado de agua.
Y "Gomorra" claramente es la ridiculización de la Camorra, la mafia napolitana.
La serie "Los Soprano" también contribuyó a la desmitificación de los mafiosos. Tony Soprano posee el control de la basura de Nueva York. De ahí sale su poder económico, y no necesariamente de los casinos o lujosos hoteles en Las Vegas.
La mafia 'Ndrangheta, si bien no es reciente, ha sido más discreta. Se dice que a estos tipos no les sacarán nada.
'Ndrangheta es de la región de Calabria, que se encuentra frente a la región siciliana.
Ni siquiera el mismo Estado italiano tiene muchos datos sobre ellos y aún no tiene una explicación clara sobre su incursión en Sudamérica.
Se cree que los albaneses (mal llamados mafia albanesa) son sus operadores.
El gran hermetismo y el silencio de los capos de 'Ndrangheta los ha vuelto poderosos con los años.
La Cosa Nostra ya no lo es.
La mafia napolitana (operadores de los sicilianos) y toda la región de Campania, por tradición dedicada al contrabando de cigarrillos, lo es mucho menos (respecto a la 'Ndrangheta).
Y peor aún, por tener muchos espías dentro, lo que la hace vulnerable a la ley.
Hasta la década de los años 70, la mafia napolitana dominaba el contrabando de cigarrillos en Europa.
Al menos diez mil personas estaban directamente relacionadas con esas actividades, que les dejaban alrededor de 250 millones de dólares.
El otro mercado de cigarrillos era el oficial, administrado por el gobierno de Roma.
El Centro Operativo Anticorrupción de Nápoles estaba integrado apenas por 500 hombres, tres helicópteros y 20 barcos.
Y aunque había detenciones y confiscaciones de mercadería, continuaba siendo rentable para la mafia.
La verdadera razón de por qué el gobierno italiano no desapareció a la mafia es para ahorrarse otro problema.
Las acciones del contrabando las llevaban a cabo diez mil personas, pero con eso se alimentaban otras cincuenta mil.
Al erradicar el contrabando de cigarrillos, inmediatamente el gobierno tendría que buscar empleo a esas diez mil personas y enfrentarse a protestas en las calles de decenas de miles gritando con ollas:
"¡Queremos comer!"
Ahí se entiende el limitado papel de la policía al cumplir una guerra que le está impedido acabar.
También se entiende que ciertos gobiernos hayan pactado con las mafias.
Texto de apoyo: "Nápoles y su guerra privada", Christopher Matthews.
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