DIVISIÓN 8:
(Ego nivel: “Soy un prodigio no descubierto”)
Empiezas tu gloriosa carrera, le metes 5-0 a lo que claramente parece un niño de 3 años dopado con Ritalin o una tostadora jugando en automático. Sientes que este juego es un chiste, un simulador de autoestima para gente con carencias afectivas.
Te miras al espejo y dices: “Estoy hecho para esto. El fútbol soy yo”.
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🔸 DIVISIÓN 7:
(Ego nivel: “Denme el Balón de Oro ya, muertos”)
Le gritas al televisor tips que ni tú entiendes. Fantaseas con tu canal de YouTube llamado “ElDiosDelFútbolXD69”.
Tu amigo (el amargado que ya llegó a 3ª) te dice que esos nombres raros tipo “Zxcv0987” son bots.
Le ignoras, obviamente, porque tú sientes que estás humillando seres humanos con cada ruleta y cada disparo cruzado.
Y si no lo están sufriendo… deberían.
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🔸 DIVISIÓN 6:
(Ego nivel: Jesucristo con botas de aluminio)
Te vuelves un artista del absurdo: sacas al portero al medio campo “porque puedes”, haces ruletas mientras te bebes un café, y al rival le metes goles con el escroto.
Aquí todavía crees que el juego es limpio y justo. Ja. Qué ternura.
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🔸 DIVISIÓN 5:
(Ego nivel: Te falta poco para comprar Konami)
Regateas hasta con los centrales. Haces la jugada de Maradona mientras bostezas.
Sientes que podrías controlar a 11 jugadores con una sola mano y una neurona activa.
Estás convencido de que eres el elegido… pero lo que no sabes es que el algoritmo está cargando la escopeta.
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🔸 DIVISIÓN 4:
(Nivel de frustración: “¿QUÉ COJONES ESTÁ PASANDO AQUÍ?”)
De repente, el rival juega como si fuera el sobrino de Guardiola.
Tus defensas se resbalan, tu portero tiene Parkinson y el lag aparece justo cuando vas a tirar.
Te dices que fue un mal día… pero en el fondo ya hueles a derrota. Bienvenido al inicio del purgatorio.
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🔸 DIVISIÓN 3:
(Frustración nivel: “Quiero matar a alguien y no sé a quién”)
Tu rival parece un manco… hasta que en 5 minutos te clava 6 goles.
Descubres a los “Mata Pay-to-Win”, esa raza de psicópatas que con un equipo de bronce te hacen ver como un bot.
Descenderás. Sí. Y llorarás. Pero claro, con dignidad (y con el control roto).
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🔸 DIVISIÓN 2:
(Frustración nivel: “Surrealismo puro con tintes de locura homicida”)
Te emparejan con el Top 20 mundial, un japonés de 12 años que juega en silencio y sin pestañear.
Pierdes 5-1, tu mando vuela por la ventana y tú ya estás redactando una carta de odio a Konami en Google Translate.
Te preguntas si todo esto no es un experimento psicológico de la CIA.
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🔸 DIVISIÓN 1:
(Frustración nivel: Lovecraft mezclado con Quentin Tarantino)
Llegaste. Felicidades. Ya no hay alegría, sólo sufrimiento.
Ganas y te dan 3 puntos. Pierdes y te quitan 90.
¿Quieres hacer un regate? Tu jugador se laguea. ¿Vas ganando 2-0? Te remontan en el minuto 92 porque Konami necesita que su IA gane el sueldo.
El descenso es tu compañero de piso. Tu control es un objeto volador no identificado.
Y tú… ya no sabes si estás jugando o participando en una tortura china.
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☠️ MENCIÓN ESPECIAL: LAS JOYITAS DEL SISTEMA
1. Los servidores:
Diseñados en 1998 con routers prestados de una biblioteca pública.
A veces dan asco. A veces dan miedo. Pero siempre dan risa… de la nerviosa.
2. Los partidos mágicos:
Metes 2-0 en el primer tiempo. En el segundo, tus jugadores se transforman en conos de entrenamiento con artrosis.
Te remontan en 3 minutos. Y tú, llorando sangre.
3. Los tramposos:
Gente que usa bugs, se desconecta o hace magia negra.
Si reportarlos sirviera de algo, el mundo sería un lugar mejor. Pero estamos en eFootball.
4. El Crossplay:
Si eres de PlayStation y tienes el crossplay activado…
Prepárate para lag, teletransporte y que tu equipo parezca controlado por el primo de Frankenstein.
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Y recuerda: si sobrevives a todo esto, felicidades…
No es que seas bueno.
Es que ya estás emocionalmente muerto por dentro.
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